El joven reconoció ante la Justicia que usó el servicio de conexión de Internet de la persona que vive al lado de su casa. Dice que está arrepentido pero seguramente vaya a cumplir arresto efectivo.
El insólito y ejemplar hecho ocurrió en Singapur, cuando Garyl Tan Jia Luo pensó que no pasaba nada si se conectaba a Internet a través del servicio de su vecino. ¿Cómo pudo hacerlo? Porque su colindante estaba abonando un servicio Wi Fi (Internet inalámbrica) y él aprovechó para «colgarse» de su red sin tener ningún tipo de autorización ni permiso.
El joven de 17 años ahora podría ir a la cárcel tras reconocer ante un juez su responsabilidad, proceso judicial que se puso en marcha en mayo, cuando el vecino lo denunció. Los años que podría pasar tras las rejas son tres y la multa a la que sería sometido ascendería a unos 10 mil dólares. Ahora, quiere enrolarse en el ejército de Singapur para achicar la pena, según el diario 20Minutos.